Una de las novelas más exitosas de Isabel Allende, Largo pétalo de mar, está inspirada en la historia real de un barco que ayudó a transportar miles de refugiados de la Guerra Civil Española hacia Chile. La heroica historia tiene como pieza clavo al poeta Pablo Neruda, y aquí te cuento todo.

La dictadura de Francisco Franco
El golpe de Estado de España en 1936 condujo a una guerra civil que derrotó a la Segunda República. Victorioso, Francisco Franco estableció una dictadura en el país que duraría más de treinta años hasta su muerte en 1975. En Largo pétalo de mar, la autora describe al dictador como «frío, vengativo y brutal», cuyo sueño más ambicioso era «devolver a España las glorias imperiales del pasado», presidiendo un régimen de mano dura caracterizado por la represión política a todos aquellos sospechosos de simpatizar con el bando contrario, los Republicanos.
Es difícil saber cuántas personas murieron durante estos años, pero se cree que la cifra podría rebasar el millón de muertos. Lo que está claro es que, durante la dictadura de Francisco Franco, hablar de democracia, república o marxismo era ilegal, por lo que gran parte de los perseguidos decidieron abandonar España por sus propios medios a través de tierra hacia Francia, o a través del océano hacia América.
Los que decidieron cruzar los Pirineos con dirección a territorio francés se enfrentaron a situaciones deplorables por su condición de migrantes, e incluso fueron detenidos en campos de concentración. Los que decidieron migrar hacia América, lo hicieron a través de barcos de carga con destino a países como México o Chile. A México, por ejemplo, llegaron más de trece mil refugiados.
El Winnipeg
En la última etapa de la Guerra Civil Española, el exembajador de España en Chile, Rodrigo Soriano, solicitó al gobierno el asilo para refugiados españoles que se encontraban en Francia. Después de varios días de negociaciones, y con la ayuda del poeta —y diplomático— Pablo Neruda, lograron tramitar el refugio para 2,078 republicanos.
Nombrado cónsul especial para este caso, Neruda realizó las expediciones necesarias para posteriormente descubrir al SS Winnipeg, un paquebote que el Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE) había acondicionado en Francia para transportar a exiliados. Mientras tanto, en Chile, la oposición buscaba cancelar la misión, pero el gobierno de Pedro Aguirre Cerda logró que continuara «desafiando a los partidos de oposición y aguantado la campaña de terror de la derecha y de la iglesia católica», como describe Isabel Allende.
Así, el Winnipeg zarpó del puerto francés de Pauillac la mañana del 4 de agosto de 1939, con dirección al puerto de Valparaíso en Chile.
Ese día de verano, 4 de agosto de 1939, en Burdeos, quedaría para siempre en la memoria de Víctor Dalmau, Roser Burguera y otros dos mil y tantos españoles que partían a ese país larguirucho de América del Sur, aferrado a las montañas para no caerse al mar, del que nada sabían.
Isabel Allende en Largo pétalo de mar.
Su viaje duró treinta días, realizando una parada en Arica antes de llegar a Valparaíso el 2 de septiembre de 1939, coincidiendo con el inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa y desembarcando al día siguiente.